LA VIDEOCONFERENCIA ATACA AL SIGLO XXI

Estamos en una era en donde todo ha cambiado, incluso en el ámbito educativo. Antes, por ejemplo, una sesión de clase se daba en un aula, además de que el docente era la única persona experta en el salón de clase. Ahora que estamos en pleno siglo XXI, en una era tecnológica, contamos con muchos medios que facilitan nuestra interacción con el mundo y mejor aún, beneficia a nuestra educación: la videoconferencia.

La videoconferencia es una herramienta de comunicación sincrónica que permite el enlace entre dos o más puntos. Esta ha resultado muy beneficiosa y ha revolucionado nuestra educación.

Hoy en día ya no es necesario que el docente y los estudiantes se encuentren todos en un mismo espacio físico; como, por ejemplo, en aula de clase puesto que ahora se puede realizar estudios a distancia gracias a las videoconferencias. Muchas veces las personas no pueden estudiar por falta de tiempo o por algún otro inconveniente, por ello se ven en la necesidad de llevar clases a distancia que gracias a las videoconferencias, herramienta con la que se apoya el docente, se logra realizar  un aprendizaje más eficaz.

Sucede también que en un salón de clases, comúnmente, el docente es el único experto que les puede brindar información a los estudiantes. Actualmente, gracias a la videoconferencia el docente y los estudiantes pueden contactarse con otros especialistas, sea literato, científico, matemático, etc., que pueda brindarles una charla para enriquecer sus conocimientos, así se encuentre al otro lado del mundo. Es decir que una persona de trayectoria importante podrá compartir con los estudiantes mediante una videoconferencia en donde todos resultan beneficiados de cierta forma, docente, estudiante y especialista.

Lo expuesto anteriormente son solo dos de los beneficios que nos puede brindar el uso de la videoconferencia en el ámbito educativo. Considero yo que esta herramienta de comunicación está ayudando a que la educación pueda surgir; y pues ahora, hay cada vez menos excusas para que uno no pueda estudiar.

Elizabeth Palomino Candela