Muy a nuestro pesar el
telón de Poniente se va replegando llegando al final de esta séptima temporada.
Este penúltimo capítulo nos ha dejado bajas de una gran magnitud y nunca mejor
dicho. Seguramente nunca en toda la historia de los Siete Reinos hacer una
expedición de dudosa necesidad salió tan cara. Pero esto es el final del
episodio que nos acontece y, aunque sin duda ha sido lo más relevante, debemos
analizar antes otros pormenores. Tomad asiento en vuestro trono particular.
Comenzamos.
Arya se está
equivocando. Ha caído de lleno en el juego que el astuto y sibilino Meñique ha
urdido a su alrededor. La pequeña de los Stark ha descubierto la nota
que Sansa enviara a Winterfield suplicando a su familia que
se doblegara ante los Lannister. Desde tal descubrimiento la actitud de
Arya con su hermana ha sido amenazadora, inquietante y del todo
reprobable. Jamás en situaciones difíciles haz de ir contra tu familia y menos
en la actitud de un macarra de barrio. A no ser que tengas una hermana como Cersei.
Entonces estás disculpado, pero no es el caso. Meñique se regocija
viendo cómo una vez más su telaraña de manipulaciones avanza inexorablemente.
Convence a Sansa de que envíe a Lady Brienn al desembarco
del Rey fuera del radio de protección de Arya. Con Jon Snow también
lejos de Invernalia cada vez tiene más fácil alcanzar sus oscuros
propósitos. Pero aún corre sangre Stark por las venas de Sansa.
No pierdo la esperanza de que todo se enderece en el último capítulo y tal vez
Meñique reciba por fin su merecido. La expedición de valerosos
hombres que han decidido intentar atrapar a un caminante avanza hacia su
propósito a través de la nieve. Especial atención a la conversación que Jon
tendrá con el líder de la Hermandad. Éste le soltará un pequeño discurso con
frases simples, vacías de talento, pero a veces es suficiente con eso. ¨
Luchamos por la vida, la muerte siempre es el enemigo. El primero y el último.
Debemos luchar por aquellos que no pueden defenderse. ¨ Cuando el bien combate
al mal ya sea en una serie, un cómic o la vida real, el discurso siempre es y
será el mismo. Tras este interludio la expedición se verá
atacada por un descomunal oso convertido el cual, muy a nuestro pesar,
resultará ser el fin del sacerdote y borracho Thoros quien morirá a causa de
las heridas recibidas y nos deja a todos con ganas de haberle visto luchar
mucho más. A continuación lograrán su propósito de capturar a un caminante tan
sólo para ver cómo todo un ejército de ellos corre a su encuentro. Mientras el
joven herrero, bastardo del Rey Robert, es enviado al muro para intentar pedir
ayuda a Daenerys los demás son rodeados por las hordas del Rey de la Noche que
tampoco ha querido perderse tal acontecimiento. Tan sólo un lecho de agua a
punto de congelarse les impide destrozar a la expedición. Seremos testigos de
varios momentos de riesgo en el que temeremos por la vida de alguno de los
personajes principales. Esto es algo que la serie hace ya tiempo que explota
manejándolo a la perfección. Dado que hemos visto en el pasado cómo cualquiera
puede morir de un momento a otro siempre nos mantienen en tensión
preguntándonos si por fin le ha llegado la hora a nuestro héroe favorito.
Fuente: http://www.lascosasquenoshacenfelices.com/analisis-de-juego-de-tronos-temporada-7-capitulo-6/
Recopilador: Brayan Alexis Eusebio Isidro
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